Una reflexión para cada día

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tag:blogger.com,1999:blog-6693379758994365502022-06-11T12:46:47.084-04:00Siguiendo al maestro...Reflexiones diarias siguiendo los pasos de Jesús en los evangelios y su aplicación a nuestra realidad hoy. Escrito por Daniel Martin. Daniel Martinhttp://www.blogger.com/profile/17329152037006292284noreply@blogger.comBlogger258125tag:blogger.com,1999:blog-669337975899436550.post-13365051735657212392021-04-10T01:30:00.014-04:002021-04-10T01:30:00.246-04:00 Madre y hermanos

Marcos 3:31-35

Los hermanos de Jesús y su madre querían acercarse a Él y no podían por la multitud que le rodeaba. Así que lo mandaron a llamar. Jesús aprovechó para enseñar a todos los que lo rodeaban que ellos también eran sus hermanos, sus hermanas y su madre, si hacen la voluntad de Dios.

Jesús no privilegia sus relaciones de sangre. Nos muestra que todos podemos ser parte de Su familia. Queda claro aquí que lo que nos define como familia de Dios es que hacemos Su voluntad.

No hay privilegio mayor que ser aceptado en la familia de Dios. Jesús hizo eso posible para mi (Juan 1:12). Él me acepta así como soy, pero me ama demasiado como para dejarme en mi estado de error. Cuando conozco a Jesús y le sigo, comienzo a hacer Su voluntad. Al obedecerle mostramos que amamos a Dios (Juan 14:23).

Oración: Gracias por amarme tanto y hacerme parte de tu familia. Quiero amarte cada día haciendo Tu voluntad.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Daniel Martinhttp://www.blogger.com/profile/17329152037006292284noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-669337975899436550.post-65187255789262821872021-04-09T01:00:00.026-04:002021-04-09T01:00:00.693-04:00Rechazo

Marcos 3:20-30

Las multitudes seguían a Jesús y se aglomeraban tanto alrededor de Él y sus discípulos que ni siquiera los dejaban comer. Los familiares de Jesús creían que estaba fuera de si.

Los maestros de las ley decían que estaba expulsando demonios por un poder satánico. Jesús razona con ellos diciendo que si Satanás expulsa a Satanás estaría destruyéndose a si mismo. Atribuir a Satanás, una obra de Dios es un error grave.

Cuando estamos sirviendo en la misión de Dios, puede haber personas que hablen mal de nuestro estado mental, y aún puede haber otros que hasta nos cataloguen de demoníacos. Si lo hicieron con Jesús, ¿por qué pensar que no nos ocurrirá a nosotros?

Cuando el reino de Dios avanza y alcanza a más personas, hay muchos que son impactados, crecen, experimentan transformación y salud, esto hace que sean muy felices y estén agradecidos. Pero al mismo tiempo habrá otros de los cuales podremos experimentar diferentes formas de rechazo, así como Jesús.

Necesito aprender a seguir hacia adelante, lidiando con el rechazo de manera saludable, sin que esto me haga perder de vista las alegrías y victorias de la vida.

Oración: Gracias por tu ejemplo, Jesús. Dame fuerzas para lidiar con el rechazo de manera constructiva y no perder de vista las alegrías y victorias que me das. Quiero seguir tus pisadas.

Siguiendo a Jesús.

Por Daniel Martin

Daniel Martinhttp://www.blogger.com/profile/17329152037006292284noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-669337975899436550.post-77654740197875459802021-02-28T01:30:00.023-05:002021-02-28T01:30:01.172-05:00Delegar

Marcos 3:7-19

Jesús comienza a experimentar el asedio de los necesitados y la presión de la multitud que quería oír de Él. Así que nombra a doce discípulos para que lo acompañaran, para enviarlos a predicar y ejerzan autoridad para expulsar demonios.

Al delegar funciones y autoridad, la obra de Jesús se multiplica y logra alcanzar a muchas más personas, aunque entre los colaboradores haya habido algunas personas deshonestas como Judas o inmaduras como otros apóstoles. Nuestras limitaciones personales físicas, de capacidad y de tiempo pueden ser superadas al delegar funciones y responsabilidad en otros trabajando como un cuerpo.

La obra del reino de Dios es tan grande, variada y de tan rápido crecimiento, que no podemos ni debemos tratar de abarcar y controlar todo personalmente. Estamos involucrados en algo mucho más grande que nosotros. Necesitamos reconocer nuestras limitaciones personales, delegar autoridad y responsabilidad en los demás y colaborar en red para el avance del reino de Dios aún más allá de lo que pueda alcanzar personalmente.

Oración: Gracias Dios por la obra que Tú desarrollas en las personas. Que tu reino crezca y muchos sean alcanzados. Quiero ser un instrumento tuyo que colabora en esta red de bendición a la humanidad.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



Daniel Martinhttp://www.blogger.com/profile/17329152037006292284noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-669337975899436550.post-78529132770006132932021-02-27T01:30:00.020-05:002021-02-27T01:30:04.195-05:00¿Está permitido hacer el bien?

Marcos 3:1-6

Parece una pregunta innecesaria y de respuesta obvia. Con ella Jesús hace un llamado al sentido común, pero los religiosos legalistas no toman consciencia. Llegaron al punto ridículo de creer que cumplir una ley era más importante que hacer el bien a alguien. Jesús se enojó y se entristeció por cuánto habían endurecido su corazón.

Dios ama a los seres humanos. Y todo lo que hace, incluidas las leyes, son para nuestro bien. Obedecer la palabra de Dios es algo bueno y no debe usarse, ni siquiera un buen mandamiento, como excusa para no hacer el bien a alguien.

Debo imitar a Jesús en el amor y compasión que Él tiene hacia las personas. Necesito evitar la trampas del cumplimiento legalista de la Escritura y mantenerme sensible a la voz del Espíritu de Dios. Quiero ser un instrumento para alcanzar el bien de los demás.

Oración: Líbrame de practicar la fe como algo que sólo me sirva a mí personalmente. Quiero ser misericordioso y estar siempre dispuesto a ayudar a otros y hacer el bien como tú.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin





Daniel Martinhttp://www.blogger.com/profile/17329152037006292284noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-669337975899436550.post-39437926158129457612021-02-26T01:00:00.021-05:002021-02-26T01:00:14.510-05:00Descanso

Marcos 2:23-28

Dios había establecido un día de reposo a la semana para descansar. Pero, En vez de utilizar el descanso para el beneficio de las personas, los legalistas usaban este mandato como una ley más para cumplir, en forma esclavizante. Jesús les muestra que el día de reposo fue hecho para beneficio del hombre y no el hombre para el día de reposo.

Aún las cosas buenas, como el descanso, pueden convertirse en ídolos que nos esclavizan. Jesús es Señor aún del día de reposo. Su nombre está por encima de cualquier otra cosa. Su nombre está sobre todo nombre. Él tiene toda autoridad.

El descanso es una herramienta que me da Dios para la reparación de mis energías físicas, mentales, espirituales... Debo aprender a descansar y relajarme, y no obsesionarme con "cumplir la regla del descanso". Dios ES nuestro descanso y nuestra paz, por eso el descanso incluye aprender a no preocuparme, a confiar en Dios y adorarle. El descanso es para nuestro bien, no es una carga más para esclavizarnos.

Oración: Gracias por proveer herramientas para mi salud. Ayúdame a aprovecharlas sin hacerme esclavo de reglas. Ayúdame a relajarme y descansar, no solo físicamente, sino también mental y espiritualmente como un pequeño niño que se acurruca en tu mano de amor.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



Daniel Martinhttp://www.blogger.com/profile/17329152037006292284noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-669337975899436550.post-34367387413464966422021-02-25T01:00:00.028-05:002021-02-25T01:00:04.593-05:00Ajustados

Marcos 2:18-22

Los fariseos y los discípulos de Juan proponían el ayuno como una rutina religiosa desconectada de la realidad. Sería como festejar en un funeral o entristecerse en una celebración. Jesús nos muestra que si me entristezco en una situación de alegría estoy produciendo desconexión y ruptura como lo haría un remiendo nuevo en vestido viejo o vino nuevo en contenedores de cuero viejos. Es importante ajustarme a la realidad en que vivo aún cuando tengo mi mirada enfocada en lo eterno.

Hay situaciones tristes en las que lo mejor que puedo hacer es llorar con el que llora, aunque vivo con esperanza. Hay situaciones en las que alegrarme con el que le va bien, es un acto de amor y humildad identificándome con la alegría del otro, especialmente si a mi no me va tan bien.

Conocer a Dios y tener la esperanza del cielo no es una excusa válida para ignorar el sufrimiento propio o el de otros. Las disciplinas espirituales como ayunar, orar y llorar por los que sufren son buenas, pero no me deben impedir ver y participar de las ocasiones de alegría y diversión.

Oración: Ayúdame a no tener una mirada tan sombría que no me deje ver las alegrías y triunfos. También, ayúdame a no aislarme en una nube de positivismo que me impida ver las cosas que no están bien. Quiero tener mi mirada en en el más allá y los pies en la tierra. Gracias Señor por mostrarme equilibrio y salud.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



Daniel Martinhttp://www.blogger.com/profile/17329152037006292284noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-669337975899436550.post-11057958726630626952021-02-24T01:00:00.017-05:002021-02-24T01:00:00.264-05:00 No he venido a los justos

Marcos 2:13-17

La razón por la que Dios se acerca a nosotros es nuestra condición caída y corrupta. Dios no se acerca a nosotros porque seamos justos o santos o porque lo merezcamos. Es nuestro estado de necesidad lo que atrae el corazón de Dios. Nuestra condición quebrantada lo motiva a venir a esta tierra y morir en nuestro lugar.

Aunque mi vida haya mejorado y haya aprendido a vivir de manera santa, no debo pensar que por eso merezco el amor de Dios. Dios ya me amó antes, cuando todavía estaba lejos de Él y cuando mi comportamiento era malo.

Por eso mi amor a los demás no debe estar motivado por el grado de justicia que muestren, sino por su valor como personas, porque son imagen de Dios, porque Dios los ama. Debo imitar a Jesús y no juntarme sólo con personas justas, sino con todo tipo de personas. Si Dios me amó cuando yo estaba mal, yo también debo amar a los demás cualquiera sea su condición.

Oración: Gracias por amarme aún cuando estaba en mal camino. Ayúdame a amar así a todos para que todos te conozcan. Dame la sensibilidad necesaria para acercarme al que todavía no te conoce.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin





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Marcos 2:1-12

Cuando Jesús perdona los pecados del paralítico, los estudiosos de la ley creen que Jesús se estaba extralimitando porque perdonar pecados sólo le corresponde a Dios. Lo que ellos no lograban entender era que Jesús es Dios y por eso tenía autoridad para perdonar pecados. Él mostró su autoridad sanando al paralítico.

Los seres humanos podrían perdonarnos ofensas que hicimos contra ellos, pero no tienen autoridad para quitarnos la culpa por la responsabilidad moral que tenemos delante de Dios por las cosas que hicimos mal en la vida. Por eso Jesús, siendo Dios, vino a la tierra no sólo a mostrarnos el camino, sino a pagar el precio que merecía nuestra culpa para que podamos experimentar el perdón y ser limpiados definitivamente.

Jesús no sólo tiene la autoridad para perdonarme, sino que también quiere hacerlo. Él está listo para perdonarme y limpiarme de toda maldad. Lo que me corresponde a mi es responsabilizarme de mis acciones y confesárselas a Él. Jesús es quien me limpia y me da el poder para vencer el pecado.

Oración: Señor, te entrego mis errores y culpas. Gracias por perdonarme y limpiarme de toda maldad. Gracias porque en ti puedo cambiar de rumbo para vivir una nueva vida con fe y esperanza.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



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Mateo 1:40-45

Durante el ministerio público de Jesús, notamos que en varias oportunidades, al hacer un milagro, Jesús le pide a las personas que no lo divulguen. Pero, algunos no se aguantaron las ganas de contar lo que les ocurrió. Esto hizo que aumente su fama hasta tal punto de que Jesús no podía entrar abiertamente en los pueblos sin que la gente se amontone alrededor de Él. Por eso Jesús tuvo que cambiar de estrategia y se quedaba fuera de los poblados, en lugares solitarios, así gente de todas partes venían a encontrarse con Él.

Cada uno tiene un límite de con cuántas personas puede relacionarse efectivamente. Puedo tener miles de seguidores en las redes sociales, pero para una relación más personal sólo es posible con un grupo más reducido de personas. ¿Cómo encontramos el equilibrio entre tener demasiados contactos o muy pocos? Necesitamos sabiduría de Dios para adaptarnos como hizo Jesús, para que la multitud no le quite espacio a las relaciones más cercanas y profundas.

Hay asuntos que puedo comunicar a las multitudes, pero hay otras relaciones que requieren un acercamiento más personal e íntimo.

Oración: Te necesito, Señor. Dame tu sabiduría para tener equilibrio en mis relaciones. Ayúdame a cuidar mi salud mental y social.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



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Mateo 1:35-39

Aquí vemos a Jesús buscando un lugar solitario para orar. Él estaba interactuando mucho con la gente y necesitaba un tiempo a solas con el Padre. Él describe su relación con el Padre como de completa coordinación. Él no hacía nada fuera de la voluntad del Padre (Juan 5:19).

Luego de ese tiempo de oración a solas, y a pesar de que lo buscaba la gente de ese lugar, Jesús decide que era tiempo de recorrer otros lugares donde también pueda anunciar las buenas noticias del reino de Dios. Él estaba decidiendo entre dos cosas buenas: atender a la gente del lugar o ir a otros lugares a anunciar su mensaje a quienes todavía no lo habían oído.

Si Jesús, siendo el Hijo de Dios, necesitaba coordinar con el Padre para asegurarse de hacer Su voluntad. ¿Cuánto más necesitamos hacerlo nosotros?

Si no tomo mis decisiones guiado/a por el Espíritu Santo, terminaré guiado/a por la presión de la circunstancias. Necesito desarrollar una dependencia de Dios para la toma de decisiones. No quiero ser manipulado por los demás ni por mis propias ideas. Mis ideas podrían no ser lo que Dios quiere que haga (Isaías 55:8).

Oración: Señor, reconozco que tus pensamientos son más altos que los míos. Quiero hacer Tu voluntad. Abro mi corazón a la guía de Tu Espíritu. Ayúdame a ser sensible a Tu voz.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



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Marcos 1:29-34

Al ir a casa de Simón y Andrés, Jesús demuestra que no sólo tiene autoridad intelectual y espiritual, sino también sobre la salud física. Cuando la población se dio cuenta de esto, se aglomeraron a la puerta y Jesús sanó a muchos.

Cuando Dios hace milagros de sanidad, la gente se siente atraída porque, generalmente, queremos librarnos de nuestras aflicciones. Al buscar un milagro, no necesariamente estamos buscando a Dios. Pero al hacerlo algunos se dan cuenta de que Dios existe y que nos ama, y allí comienza una relación transformadora con Dios. Esta relación trascendental tiene consecuencias positivas para toda la eternidad. 

Recuperar la salud después de una enfermedad es un asunto muy pasajero si lo comparamos con los millones de años de la eternidad. En realidad, el milagro más grande y trascendente es conocer a Dios. Pero, para muchos conocer a Dios no es una necesidad percibida, así que, las enfermedades u otros problemas de la vida sirven como detonantes para darnos cuenta de cuánto necesitamos a Dios.

C.S.Lewis dijo: "Podemos ignorar el placer, pero el dolor insiste en que le prestemos atención. Dios susurra en nuestros placeres, habla en nuestras consciencias, pero grita en nuestros dolores. El dolor es el megáfono de Dios para despertar a un mundo sordo."

Oración: Ayúdame a estar atento aún a tus susurros para no ignorar tu voz. Frecuentemente, me quedo maravillado de lo bueno que es ser guiado por ti. Gracias por hablarme y tenerme paciencia.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



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Marcos 1:21-28

Jesús iba a la sinagoga y enseñaba como cualquier otro judío, pero a diferencia de los maestros de la ley, Él lo hacía con autoridad. Y esa autoridad no era solamente intelectual, sino que aún cuando se presentaban personas dominadas por espíritus malignos que intentaban perturbar su obra, Él expulsaba a los espíritus y estos le tenían que obedecer abandonando a sus víctimas.

Jesús demostró su autoridad sobre la naturaleza, sobre el mundo intelectual, sobre la enfermedades, los espíritus, el pecado y aún la muerte. No hay nada que no esté bajo su autoridad (Mateo 28:18). Por eso, tener a Jesús a nuestro lado es tan significativo.

Aunque, como cualquier otro ser humano, soy susceptible a accidentes, enfermedades y muerte, aún así, puedo saber que Él me protege, y que sólo va a ocurrir lo que Él permita (Juan 16:33). Saber que Jesús está conmigo me libra de limitaciones autoimpuestas como la cobardía y el miedo.

Con Él puedo atreverme a ser valiente y emprender nuevos desafíos para la honra de Dios. No estoy solo/a y lo que hago no sólo depende de mi. El todopoderoso está conmigo. 

Oración: Gracias por estar conmigo, Señor. Tu presencia me da seguridad y valentía. Quiero honrarte en todo lo que hago, no confiando solo en mí mismo sino en tu presencia en mi.

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Por Daniel Martin



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Marcos 1:14-20

Dios está cerca de cada uno de nosotros. Desde siempre busca relacionarse con nosotros y está cerca dándonos múltiples oportunidades. Nos invita a caminar con Él. Y cuando le seguimos nos invita a participar de su misión de alcanzar a otros.

El gran engaño de muchos que se privan a si mismos de tener una relación personal con Dios, es creer que Dios está lejos. Piensan que está distraído en otros asuntos más trascendentales, o que no se interesa por nosotros o nuestra realidad cotidiana, o que no es posible conocerle.

La naturaleza nos muestra algo de la deidad de Dios y de Su poder eterno (Rom.1:20). A lo largo de la historia humana, Dios se mostró a sí mismo de muchas maneras, y finalmente se mostró a través de Su Hijo Jesús. También nos ha facilitado una forma escrita de su revelación en las Escrituras, la Biblia. No podría negar de que Dios está cerca, y que está interesado en cada uno de nosotros. Y en forma más personal, a lo largo de la vida nos proporciona experiencias que nos llaman la atención hacia Él.

C. S. Lewis escribió: «Dios nos susurra en nuestros placeres, nos habla en nuestra conciencia, pero nos grita en nuestros dolores»

Oración: Gracias por acercarte a mi, por valorarme, aceptarme y haber muerto por mi en la cruz. Nunca acabaré de agradecerte tanto amor. Y gracias porque estás a mi lado todos los días. Cada día puedo aprender de tu voz hablándome.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



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Marcos 1:9-13

En el bautismo de Jesús, Dios se muestra como Padre (a través de la voz del cielo que se oía), como Hijo (Jesús que se bautizaba) y como Espíritu (descendiendo en forma de paloma) confirmando a Jesús en el comienzo de su obra en la tierra. Luego Jesús va al desierto y pasa cuarenta días de ayuno donde ora y batalla contra tentaciones. Después de eso comienza su ministerio público.

Al comenzar una nueva etapa, una nueva área de influencia o un nuevo ministerio, puede ser que tenga que pasar por dificultades, pruebas de mi carácter, incertidumbres, tentaciones, orando por discernimiento y dirección en mis decisiones. Si Dios me va a llevar por un camino que nunca he transitado, sería lógico pensar que necesito ser preparado/a y moldeado/a por Él para orientar mis actitudes y adaptarme a esta nueva etapa.

Cuando pasamos por un tiempo de pruebas, no sólo personales sino como sociedad y como planeta, como la pandemia, es muy probable que Dios nos está preparando para una nueva realidad histórica que no hemos experimentado antes. Caminos nuevos por los que necesitamos aprender a caminar con valentía y con esperanza. Aprovechemos esta etapa de reconfiguración y dejémonos moldear por Dios.

Necesito estar atento/a a que Él me guíe a lo que Él quiera hacer, sabiendo que Él quiere lo mejor para la raza humana y no quiere que nadie se pierda. En medio de tiempos angustiosos no debo perder la fe y la esperanza siendo que Jesús nos prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:20) reconociendo que el sufrimiento es parte de esta vida pero que con Jesús podemos pasar por el sufrimiento de manera victoriosa (Juan 16:33).

Oración: Ayúdame a aprovechar cada dificultad y cada prueba para crecer, para avanzar y para acercarme más a ti. Líbrame de la frustración o la desesperación. Que aún en tiempos de dificultad pueda mantener el crecimiento, el propósito y la misión con esperanza y con fe en Ti. Tú puedes hacer que todo ayude a bien (Romanos 8:28). Y yo necesito aprender a vivir esta vida con esa actitud de confianza.

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Por Daniel Martin



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Marcos 1:1-8

El autor de Marcos comienza el libro citando la profecía de Isaías que anuncia el ministerio de Juan el Bautista. Su función era preparar el camino del Señor.

Juan anunciaba la necesidad de arrepentimiento de pecados y lo hacía bautizando a la gente en el río Jordán. Por otro lado, anunciaba que después de él vendría alguien muy superior que haría una obra transformadora mayor en las personas.

En muchos sentidos puedo imitar a Juan:

- Puedo comunicar a otros la necesidad de arrepentirnos de lo que está mal.

- Puedo apuntar hacia Jesús, para que todos experimentemos una obra transformadora más profunda en Él.

- Me instruye la actitud de humildad de Juan, que era consciente de que la verdadera obra transformadora estaba en Jesús y no en si mismo. "...tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros" (2 Corintios 4:7).

- Puedo imitar a Juan en preparar el camino eliminando los obstáculos para que otros conozcan a Jesús.

Oración: Gracias por el modelo de Juan. Quiero ser un instrumento para que otros te conozcan. Ayúdame a quitar las barreras y obstáculos que impiden que la gente pueda acercarse a ti.

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Mateo 28:16-20

Antes de ascender a los cielos, Jesús convoca a sus seguidores en Galilea y les encomienda la continuación de su misión. Nosotros, sus discípulos podemos participar de su obra, de llevar su mensaje hasta hasta el último rincón del mundo.

La misión del reino de Dios consiste en hacer discípulos de todas las naciones y transmitirles todo lo que Jesús nos ha enseñado. Como seguidor de Jesús, es mi misión formar discípulos que sigan a Jesús. Y Él me promete estar conmigo siempre.

Si yo recibo el mensaje de Jesús y no lo comparto con nadie, la cadena se detiene. Pero, si lo que recibo de Dios lo comparto con otros, y ellos con otros, esto se multiplica, y a través de mi, la salvación de Dios puede llegar a una número incontable de personas.

Oración: Gracias por permitirme ser parte de Tu misión. Quiero que muchos te conozcan y experimenten la salvación que yo experimenté. Gracias por estar conmigo y ayudarme a hacerlo.


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Por Daniel Martin



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Mateo 28:1-10

Me imagino lo que habrán sentido estas mujeres al ir a la tumba con dolor, encontrarse con el hecho de que Jesús no está allí y luego recibir la noticia de que está vivo. Creo que al ver a Jesús, les habrá sido difícil creer lo que sus propios ojos estaban viendo. Finalmente, en medio de su asombro y alegría, Jesús les encomienda comunicar su resurrección a los otros discípulos.

La resurrección de Jesús es un hecho tan contundente que hasta el día de hoy sacude cualquier argumento anticristiano y es un evento clave para la credibilidad de nuestra fe. Cualquier ser humano podría morir en una cruz, pero sólo Dios podría provocar una resurrección.

Aunque el poder salvador de la muerte de Jesús en la cruz lo acepto por fe, esa fe está fundamentada en la demostración de Su poder sobre la muerte, evidenciado en la resurrección.

Mi fe se basa en evidencias claras y contundentes de la muerte y resurrección de Jesús. Y estos son los elementos fundamentales de mi fe y de mi mensaje a la humanidad (1 Corintios 15:14).

Oración: Gracias por mostrar no sólo tu amor sino también tu poder. Ahora puedo vivir confiado sabiendo que tu presencia en mi me llena de amor y poder para vivir con seguridad y valentía.


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Por Daniel Martin



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Mateo 27:57-66

José de Arimatea era rico, parte del concilio que condenó a Jesús, aunque no estuvo de acuerdo con la condena. Él fue quien pidió el cuerpo de Jesús para sepultarlo en su propiedad y Pilato se lo concedió.

La sepultura nos transmite lo real y definitivo que es la muerte. Nos muestra que no hay paso atrás. 

La muerte y sepultura legalmente autorizada, con testigos, el lugar preciso de la tumba, la gran piedra de la entrada y la guardia de soldados que vigilaban la tumba, hacen más maravilloso el milagro de la resurrección.

Aún cuando mis circunstancias parecen ser definitivas y sin salida, Dios sigue teniendo la última palabra. No hay circunstancia que Él no pueda cambiar. Él es el mismo, ayer, hoy y por siempre (Hebreos 13:8).

Oración: Te adoro Señor, a ti que haces que lo imposible se haga posible. No hay nada que pueda resistirse a Tu poder. Tú abres camino donde no hay. Pongo mi fe y mi confianza en ti para que hagas conmigo lo que Tú quieras.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



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Mateo 27:45-56

Después de presenciar la crucifixión, las insinuaciones de los sacerdotes y la burla de la gente, los soldados que custodiaban el área fueron testigos de la agonía de Jesús. La tierra se oscurece por tres horas hasta que Jesús muere, y entonces las tierra tiembla, rocas se parten, sepulcros se abren, muertos resucitan, y el velo del templo se parte en dos. Cuando los soldados ven todo esto quedan aterrados y dicen: "¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!"

Los testigos presenciales de la muerte y resurrección de Jesús fueron transformados radicalmente y comenzaron a difundir este mensaje lleno de fe y amor de Dios, muchas veces aún poniendo en riesgo su vida para poder hacerlo.

Cada uno tiene que examinar las evidencias y decidir si va a creer o no en Jesús como el Hijo de Dios. La muerte y resurrección de Jesús son un mensaje contundente de Dios y están llenos de amor y poder para salvarnos.

Hoy cuando miro a las evidencias históricas de la muerte y resurrección de Jesús, y la manera en que Él se reveló a la humanidad, no puedo menos que amarle y llenarme de gratitud por tanto amor.

Oración: Gracias Señor por haberte entregado por amor a mi y al resto de la humanidad. Quiero responder a ese amor viviendo una vida de entrega a ti y a mis prójimos, para honrar tu nombre.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



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Mateo 27:32-34

No nos gusta hablar de tortura porque es algo tan degradante que traumatiza a las personas y planta semillas de rechazo, amargura y odio. En el caso de Jesús, la tortura física: los azotes, golpes y la crucifixión en sí, se sumaban a la tortura psicológica: la humillación pública, las burlas, el cartel en la cruz, los desafíos a que se baje de la cruz y el estar desnudo ante todos.

Aunque Jesús tenía el poder de bajarse de la cruz si hubiera decidido hacerlo, él no estimó el ser igual a Dios como algo a que aferrarse, sino que se despojó a si mismo y se entregó a si mismo como hombre hasta la muerte (Filipenses 2:6-8).

Las torturas no lograron quebrar su voluntad de amor por nosotros. Nuestra redención era Su motivación que lo animaba a seguir adelante a pesar del sufrimiento (Hebreos 12:2).

Esto produce en mi una gratitud inmensa sabiendo que nunca voy a poder pagar tanto amor. Y por otro lado, me prepara para no quejarme excesivamente o abandonar la lucha cuando tengo que sufrir en esta vida. Mi sufrimiento, cualquiera que sea, no se compara con el de Él y debería sentirme privilegiado cuando participo en sus sufrimientos (Colosenses 1:24).

No es agradable sufrir. Pero, si pongo mi sufrimiento al lado de la alegría de estar al lado del Señor por la eternidad, veo que en realidad mi sufrimiento es muy pequeño en proporción. Necesito dejar que la alegría del Señor me fortalezca en medio del sufrimiento y no derrumbarme por pensamientos amargos y de desesperación.

Oración: Descanso en tus brazos, Señor. Tu fortaleza en el sufrimiento me ayuda a no desanimarme ante las dificultades de la vida. Tu gozo, Señor, es mi fortaleza.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin




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Mateo 27:27-31

La burla tiene el efecto de erosionar la autoestima. Cuando más cercana y significativa sea la persona que se burla de nosotros, mayor será el daño. Jesús sabía que era Hijo de Dios, y que su misión era más importante que su sufrimiento y logró mantenerse firme ante el maltrato y las burlas.

La forma de ser menos vulnerable a la burla es no depender de la opinión de otros para mi autoestima, sino tener un fundamento más sólido, lo que Dios piensa de mi. Por eso, es tan importante saber quien soy, y como me ve Dios.

Saber que en Cristo soy "hijo" o "hija" de Dios, y saber que Dios me ama y me valora más que nadie, me pone en una posición firme y sólida y menos vulnerable a la opinión de los demás.

Oración: Gracias Dios por amarme y valorarme como tu hijo/a. Ayúdame a verme a mí mismo cómo me ves tú, para así ser menos susceptible a la opinión de los demás.


Siguiendo al maestro.

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Mateo 27:11-26

El gobernador se sorprendió de que Jesús no se defendía ante las falsas acusaciones. Pilato puso a Jesús entre los candidatos a ser perdonado porque no encontraba nada sólido para condenar a Jesús, pero la multitud prefirió a Barrabás. La esposa de Pilato había tenido sueños que le mostraban que Jesús era justo y le pidió a su esposo que se abstenga de involucrarse.

La multitud manipulada por la instigación de los sacerdotes pedía la crucifixión. En respuesta, Pilato pregunta ¿Cuál es el crimen? y aunque no recibió respuesta, aceptó condenarlo.

Jesús tenía muchas evidencias a su favor, y sin embargo fue condenado.

La vida es injusta y muchas veces aunque creemos tener honestamente la razón, sufrimos injusticias. En esos momentos debemos identificarnos con Jesús, quien experimentó injusticias por nosotros. El tenía un propósito mayor: nuestra salvación. Al sufrir nosotros, tenemos la oportunidad de participar con Jesús (1 Pedro 4:12-15).

No debo permitir que la injusticia de las personas debilite mi fe. Mi fe no está en los seres humanos, sino en Dios. Por supuesto que un cierto grado de confianza entre personas es normal y saludable. Pero, la confianza no debe ser absoluta, sabiendo que todos, incluso yo, nos podemos equivocar. Por eso es que mi confianza absoluta debe estar reservada sólo para Dios. Nadie me ama como Él. Nadie es justo como Él. Él sabe mejor que nadie lo que es mejor para mi.

Oración: Gracias Señor por tu amor y tu fidelidad. No hay nadie como tú. Dame fuerzas para enfrentar las injusticias de la vida. Fortalece mi fe para no depender de la aprobación de los demás, sino de ti.


Siguiendo al maestro.

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Mateo 26:69-75

Verse a sí mismo negando a Jesús, debe haber sido un descubrimiento devastador. Teniendo la intención de ser fiel hasta la muerte y descubrir que no fue capaz de mantenerse firme por su maestro debe haber sido extremadamente doloroso y frustrante.

Cada vez que descubro que no fui tan íntegro como quiero ser, me doy cuenta de que no debo depender de mis propias fuerzas y capacidades. El Señor es mi refugio, Él es mi fuerza, Él es mi escudo... Cada vez que intento hacer la cosas a mi manera, con mis fuerzas, ignorando la presencia de Jesús, sufro las consecuencias y frustraciones de mi desvío.

Gracias a Dios que cuando descubro mi error y vengo a Él con mis frustraciones, Él no me rechaza, Él puede aguantar, me comprende, me perdona, me restaura, me anima a rehacer lo que hice mal, me da una nueva oportunidad.

Tomar consciencia de mi debilidad y fracasos es en realidad muy positivo. Saber que soy frágil me evita confiar demasiado en mi mismo y me enseña a caminar humildemente de la mano de Dios. Me permite profundizar mi relación con Dios y mantener una constante comunicación con Él. También me ayuda a valorar la interacción con otros cristianos que Dios utiliza para orientar mi camino y crecer juntos cooperando en esa unidad.

Tomar conciencia de mis errores y limitaciones también me ayuda a cambiar de rumbo, dejar de hacer cosas que ya no son constructivas y crear nuevos hábitos más positivos y enriquecedores.

Oración: Gracias Jesús, por amarme a pesar de que conoces lo frágil que soy. Me apoyo en tu amor, en tu fuerza, en tu guía. Te necesito cada día. Ayúdame a caminar correctamente.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



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Mateo 27:1-10

Aunque Judas era consciente de su mala acción, tal vez pensó que Jesús saldría exonerado del juicio de los sacerdotes, o tal vez creía que Jesús utilizaría su poder para librarse de la ejecución. Judas podría haberse arrepentido y buscado el perdón de Dios como lo hizo Pedro. Dios es amplio en perdonar y él lo sabía. Pero, cuando vio que condenaron a muerte a Jesús, Judas se llenó de remordimiento y se suicidó.

Sentir culpa por mis malos actos es bueno cuando me arrepiento y cambio, esto me lleva al perdón de Dios, a la sanidad y libertad del alma. Pero, condenarme y castigarme a mi mismo no me libera de la culpa. El castigo por mi pecado le corresponde administrar a Dios, no a mi mismo.

Si asumo responsabilidad por mis propios errores y los confieso, Jesús es fiel y justo para perdonarme y limpiarme de toda maldad (1 Juan 1:9). Jesús pagó con su vida en la cruz, el costo de mi perdón. El tiene autoridad para perdonarme. Jesús ya pagó el precio que me limpia de todo mal. No hace falta que yo me siga castigando a mi mismo por mis errores.

Oración: Gracias Dios por haber provisto un medio para mi salvación. Líbrame de mi propia condenación. Ayúdame a aceptar tu perdón y vivir en libertad.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin






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Mateo 26:57-68

La blasfemia era una ofensa gravísima contra Dios y se requería un castigo ejemplar. Considerarse a uno mismo ser Dios era considerado una blasfemia, a menos que uno sea Dios. Los sacerdotes y los ancianos prefirieron creer que Jesús estaba blasfemando cuanto se identificó como el Mesías, el Hijo de Dios.

Salvo unas pocas excepciones, los líderes religiosos fallaron en reconocerlo cuando estaba entre ellos, a pesar de que ellos estudiaban y esperaban la venida del Mesías, el Hijo de Dios. Teniendo la información de las Escrituras no fueron capaces de reconocer a Dios mismo viviendo entre ellos. Me puede pasar a mi también, que aún conociendo a Jesús, desaproveche Su presencia sanadora y liberadora y el poder que significa Jesús viviendo en mi.

Jesús se revela a mi corazón de muchas formas. Pero, para que obre verdaderamente le tengo que dar lugar en cada área de mi vida. Debo invitarlo activamente y dejarlo que sane, que libere y redima cada una de mis experiencias.

Oración: Te doy gracias por venir a mi y persistir en tu amor por mi. Ayúdame a ser sensible a tu voz. Quiero darte entrada en cada una de las áreas de mi vida, mis recuerdos, mis emociones, mis motivaciones, mis frustraciones, mis alegrías. Quiero que reines en mi.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



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jueves, 1 de octubre de 2020

La FE que Dios quiere que yo tenga

Dios me habló con respecto a la necesidad de vivir un mayor nivel de fe.

Cuando los discípulos no logran sanar a una persona necesitada y preguntan a Jesús por qué no lo lograron, Él les dice: "por vuestra poca fe". Que si tuvieran fe como un grano de mostaza sería suficiente para poder mover montañas. (Mateo 17:20)

¿Cual es la clase de fe que Dios quiere que yo tenga?

El que tiene FE tiene que estar dispuesto a hacer el ridículo delante de los que no tienen fe y no le comprenden. Por ejemplo:
  • Noé construyendo el arca en tierra firme cuando nunca llovía.
  • Abraham y Sara esperando tener un hijo en su vejez.
  • Moisés con un palo frente al mar Rojo.
  • Los israelitas dando vueltas alrededor de Jericó.
  • Gedeón con 300 enfrentando a un ejercito innumerable. 
  • David enfrentándose al gigante.
  • Ester presentándose en la corte de Asuero sin su permiso.
  • María y José esperando tener un hijo sin sexo.
  • La mujer de fluyo queriendo tocar el borde del manto de Jesús.
  • El niño trayendo 5 panes y 2 peces para alimentar a 5000.
  • El centurión que confiaba que con que Jesús solo diga la palabra, su siervo sanaría.
  • Pedro queriendo caminar sobre el agua.
  • Jesús colgado en la cruz por nuestros pecados.
La persona que obra con fe tiene que estar dispuesta a parecer tonta ante los demás. Está queriendo lograr algo que es imposible. Pero, Jesús dijo que si tuviéramos fe como un grano de mostaza, lograríamos lo imposible.

Aunque los personajes bíblicos se expusieron al ridículo. Dios recompensó la fe de ellos:
  • Noé salvo a toda su familia del diluvio
  • Abraham tuvo un hijo a los 100 años.
  • Moisés vio abrir el mar Rojo y a todo el pueblo pasar a salvo.
  • Los israelitas vieron caer los muros de Jericó.
  • Gedeón logró la victoria contra los amalecitas.
  • David derrotó al gigante.
  • Ester logró frenar un genocidio.
  • María y José criaron a Jesús el Hijo de Dios.
  • La mujer de flujo fue sanada.
  • La multitud de más de 5000 fueron alimentados con 5 panes y 2 peces.
  • El siervo del centurión fue sanado.
  • Pedro caminó sobre el agua.
  • Jesús venció en la cruz el pecado, a Satanás y la muerte resucitando de entre los muertos.
Todo esto ocurrió luego de que alguien se atrevió a creer y obedecer a Dios, y estar dispuesto a parecer tonto delante de los demás. 

Cuando veo la magnitud de  la visión de The Branch me parece muy grande. Pero, por otro lado, pienso que si no lo pensamos, si no oramos al respecto,  si no creemos en lo que Dios nos está diciendo, ¿Cómo van a ocurrir los milagros?

En Nazaret, Jesús no pudo hacer muchos milagros por la falta de fe de ellos (Mat.13:58). No quiero que eso ocurra en mi vida y en Nueva York. Quiero aprender a creerle a Dios para todo aquello que Él piensa que debo creer. No quiero ser un estorbo al obrar de Dios. No quiero ser un dique sino un canal por el cual la obra de Dios fluya.

En The Branch, comienzo a creerle a Dios para:
  • Discipular a un continuo flujo de líderes jóvenes (activistas, evangelistas, movilizadores, productores de cine y televisión, escritores, predicadores, empresarios, políticos, periodistas, artistas, dibujantes, filósofos, maestros, padres de familia...) que sean visionarios, para impactar a la presente generación para Dios. 
  • Un ministerio infantil eficaz para impactar a los pequeños con el mensaje transformador de Jesucristo.
  • Un equipo de música de alta calidad que pueda estimular al pueblo a adorar a Dios con todo su ser y a buscar su presencia.
  • Un equipo de consejeros y psicólogos cristianos para ayudar a la gente a sanar sus heridas del pasado y sus relaciones para vivir vidas saludables.
  • Miles de personas viniendo a Cristo, de toda raza, tribu y nación, siendo sanados y transformados en discípulos de Jesús, que amen y sirvan a los demás en nombre de Jesús y sean Sus embajadores a todo el planeta.
  • Muchas iglesias de todo tamaño, forma, tipo y color siendo plantadas en diferentes lugares del mundo. Para que todo el mundo le conozca.

lunes, 27 de mayo de 2019

¿Necesitamos una reforma?

Los cristianos tenemos que enfrentar la alternativa de ser relevantes para la presente generación o desaparecer. Siempre ha sido así, cada generación tuvo que volverá a plantearse este mismo problema y actuar en consecuencia si querían ser relevantes para su tiempo.

- Nuestro mensaje, "el evangelio", debe seguir siendo presentado en forma relevante.
- Nuestros desafíos de vivir la fe deben seguir siendo relevantes. 
- Nuestra propuesta de practicar la vida de la iglesia debe seguir siendo relevante.
- Nuestras metodologías, funciones, organización, estructuras también deben seguir siendo relevantes.


Relevante: significativo, importante, destacado o sobresaliente

¿Qué es ser relevante?
  1. Que la gente lo pueda percibir como importante y significativo.
  2. Que se entienda. Que la gente pueda imaginar cómo sería si acepta el desafío. Que los demás puedan sentirse identificados con lo que decimos o hacemos. Que no usemos una jerga que solo los cristianos entendemos.
  3. Que sea aplicable. Que se pueda realizar. Que se pueda poner en práctica de maneras concretas en la realidad del individuo común de hoy. 
  4. Que estemos conectados, insertados en la sociedad, informados de lo que está pasando hoy, hablando el mismo lenguaje que la gente a la que queremos alcanzar para que entiendan la propuesta del evangelio. Pablo dice: "...encontré incluso un altar con esta inscripción: A un dios desconocido. Pues bien, eso que ustedes adoran como algo desconocido es lo que yo les anuncio." (Hechos 17:23 NVI).
¿Cuál es la presente generación? 

Hoy tenemos varias generaciones viviendo en el planeta y cada una con características un poco distintas. Las definiciones de edades y años varían un poco con los autores. En general podemos decir que tenemos: 
  • Los Babyboomers, (nacidos entre 1946 – 1964).
  • La generación X, (1965 – 1979) hoy adultos mayores
  • Los millennials o generación Y (1980-1999), hoy jóvenes adultos
  • La generación Z, (2000-2020) hoy adolescentes y niños



Yo pertenezco a la generación X, y aunque debemos servir a todas las generaciones, creo que para poder proyectarnos hacia el futuro, hoy debemos ser relevantes para los millennials y la generación Z. Si nuestra propuesta no es relevante para ellos, estaremos condenados a desaparecer...

Lo contrario a ser relevantes es hacer lo que funcionó con nosotros, o lo que nos gusta o lo que entendemos o fue relevante en su momento para nosotros. Tendemos a repetir lo que nos parece conocido y probado por nosotros, con la esperanza de que también funcione para la presente generación como funcionó con nosotros...  luego de probar nos desanimamos, nos frustramos con la gente pensando que el problema está en ellos (que tienen un corazón duro, que son insensibles a Dios, que no les interesa las cosas espirituales, que aman más el mundo, que están distraídos, le culpamos a Satanás o a los demonios etc.) y no nos ponemos a pensar que tal vez el problema está en nosotros y en la manera en que estamos queriendo transmitir el mensaje, o vivir la propuesta de Jesucristo.

Una reforma no es un cambio contenido necesariamente, sino en este caso de la formas. Como nos exhorta el apóstol: "No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta." (Romanos 12:2 NTV). Como el mundo cambia, nosotros también debemos cambiar, pero no para ser como el mundo, sino para poder tener una respuesta al mundo que lo necesita, un mensaje que aunque contestatario, sea relevante y permita a la gente conocer la voluntad de Dios para el ser humano de hoy. 

- No tenemos interés en cambiar de Dios ni de Biblia, ni de evangelio, ni de fe, sino la manera en que los compartimos y aplicamos a nuestras vidas hoy.
No tenemos interés de cambiar de iglesia, sino en las formas de ser y vivir la vida de la iglesia.
- No queremos dejar de ser sal y luz, sino serlo de una manera que sea efectiva y entendible para el mundo en que vivimos hoy.
- No tenemos interés de cambiar el contenido sino las formas.

Frecuentemente, nos hemos enamorado de las formas y llegamos a pensar que esas formas eran parte del contenido de nuestra fe, cuando eran solamente un vehículo de expresión y no algo fundamental y permanente.

Dante Gebel en el 2003 reflexionaba sobre la necesidad de reforma según su experiencia de vida y ministerio. 



Ejemplos de formas que podríamos cuestionar hoy en día, y tal vez deberían contemplar una reforma:
  1. Que nos tengamos que reunir en un "templo". Cuando también podríamos reunirnos en casas, salones, parques, o incluso virtualmente (por Internet).
  2. Que tengamos que tener un "culto" o "servicio" como principal actividad corporativa. Cuando podríamos simplemente orar juntos, o conversar sobre la fe, o comer juntos, o caminar juntos como lo hacía Jesús. 
  3. Que para poder adorar tengamos que "cantar" coros, "coritos" o himnos. Cuando podríamos también hacerlo "hablando" con Dios o a través de la pintura, el dibujo, la escultura, la danza, el teatro, el cine y otras formas innovadoras de exaltar a Dios.
  4. Que para transmitir el mensaje tengamos que dar un "sermón". Cuando podríamos también escribir, "postear" en Facebook, WhatsApp, Bloggs, Instagram, etc., o hacerlo con un drama, vídeo, representación gráfica, dibujo, película, graffiti y otras formas de arte. 
  5. Que para evangelizar tengamos que repartir folletos y confrontar desconocidos. Cuando lo podríamos hacer integrando el evangelio en nuestra conversación habitual con amigos, familiares, colegas del trabajo, compañeros de viaje en el tren. O simplemente, sirviendo al prójimo, usando los medios relevantes de comunicación social, integrando al extraño a nuestro grupo, invitando a otros a que sean parte de nuestra vida y vean a Jesús actuando en nosotros. 
  6. Que para ofrendar a Dios tengamos que "pasar el plato" o "pasar al frente". Cuando podríamos simplemente ponerla en un buzón en la iglesia, o hacer un clic en una aplicación del celular que conecte nuestra tarjeta con la cuenta de la iglesia, o programar pagos automáticos desde nuestra cuenta bancaria, o fuera del templo dar directamente al necesitado, tocando al leproso como lo hacía Jesús.


Si reflexionas un poco en estas alternativas, podrás darte cuenta que Jesús no nos mandó a hacer ninguna de esas cosas (templos, cultos, cantar, sermón, repartir folletos, pasar el plato, etc) por eso no podrían ser considerados dogmas in-cambiables. Pero, aún así, casi los consideramos parte esencial del mensaje de Jesucristo o del vivir la vida de la iglesia, Su iglesia. Y como estos ejemplos hay muchos más y la lista sería larga.

Creo que necesitamos volver a mirar a Jesús, y "re-descubrir" cómo aplicar Su vida, Su mensaje y Su propuesta de iglesia a nuestra realidad de hoy.

Para esto necesitamos diferentes tipos de líderes. Descritos según Adrian Intrieri en el taller "Iglesiar" como: 
1- Reformadores
2. Pensadores
3. Motivadores
4. Ejecutores

Creo que pertenezco a la categoría 2. pensadores y un poco también a la 4. ejecutores. Es mi obligación ayudar a pensar a los líderes de hoy que van a llevar el mensaje de Cristo a la próxima generación.




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martes, 28 de agosto de 2012

Hallando el sueño de Dios para ti.

                                                                                       por Helen Mitchell
(Para ver el original en inglés haz click en el título)

"Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes, ‘declara el Señor´, planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza (Jeremías 29:11)

En nuestro interior está la necesidad de esperanza. ¿Quién no quiere vivir una vida próspera con esperanza en el futuro? Leemos este verso, lo recitamos, y lo ponemos
en cuadros en nuestra casa, pero aún queda una lucha dentro de nosotros. ¿Cómo sabemos a ciencia cierta que estamos viviendo la vida que Dios planeó? ¿Podría haber algo más?

Fe es creer en lo que Dios dice, independientemente de nuestras circunstancias. Cuando la vida es buena, es fácil tener fe y sentirnos esperanzados, pero ¿qué pasa con los momentos en que aún haciendo todo lo correcto, la vida y el trabajo llegan a un callejón sin salida?

Entonces, ¿qué? ¿Podemos todavía creer que hay un plan y un propósito cuando hemos sido despedidos o falló la promoción o perdimos ese cliente grande o nos sentimos atrapados en un trabajo insatisfactorio?

Dios quiere que tú sepas que Él tiene un plan para tu vida. Él te creó para lograr algo especial para él. Nos ha dado Jeremías 29:11 para recordarnos este hecho, especialmente en aquellos momentos límites. ¿Cómo vamos a salir de la rutina y ponernos en el camino de Dios? Salmo 25:12 nos dice: A los que te honran, tú les muestras cómo deben vivir.

¿Qué pasa con el sueño de Dios para tu vida? El sueño de Dios para ti es personal. El sueño de Dios para ti es positivo.
¿Cuál es mi respuesta? Dedica toda tu vida a Dios. Tienes que estar dispuesto a hacer lo que Dios quiere que hagas, incluso antes de que él te lo diga.

Muchas veces los planes de Dios para nosotros son diferentes de la vida que estamos viviendo ahora o los hábitos y actitudes que tenemos. Como una fábrica de re-equipamiento para producir un producto nuevo, Dios nos da la opción de deshacernos de aquellas cosas que no encajan en el ideal de vida que él tiene para nosotros.
Quitémonos todo peso que nos impida correr… Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. (Hebreos 12:1)

Dedicar nuestra vida a Dios no significa vivir en un monasterio o abandonar nuestra actual forma de vida. Dedicar la propia vida a Dios significa que él es el primero en todo lo que hacemos. Nuestros corazones y nuestras mentes se fijan en el cumplimiento de sus deseos, en lugar de los nuestros.

Reserva un tiempo a solas con Dios. No se puede descubrir el sueño de Dios a menos que pases tiempo con Dios.
Escucha esto,… Detente y considera las maravillas de Dios. (Job 37:14)
Dios habla a las personas que toman tiempo para escuchar.
Asóciate con soñadores que aman a Dios.
Pasa tiempo con gente que está tratando de descubrir el sueño de Dios para su vida. El hierro se afila con el hierro, por lo que un amigo afila un amigo. (Proverbios 27:17)